Porsche Carrera 4S Turbo convertible de 2009
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La conducción a cielo abierto es parte fundamental de la historia de Porsche. Comenzó en 1948 con el No. 1. La variante convertible del primer 356 se convirtió en una leyenda, al igual que su descendiente, el Porsche 550 Spyder. En 1982, se introdujo en la carretera el primer modelo 911 Carrera en forma de cabriolet.
Dos cosas que todos los coches Porsche descapotables tienen en común son la necesidad de una aceleración deportiva y un placer de conducción ilimitado. Ha llegado el momento de continuar esta tradición en el futuro. El 911 Carrera S Cabriolet hace precisamente eso.
Eso explica lo que nos motiva; así que describamos lo que impulsa al coche: el motor de 3,8 litros con inyección directa de combustible (DFI) y VarioCam Plus, que produce 400 CV a 7400 rpm. El 911 Carrera S Cabriolet completa el sprint de 0 a 60 mph en solo 4,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 187 mph.
Sin duda, el 911 Carrera S Cabriolet se ha mantenido fiel al espíritu deportivo de sus predecesores y está garantizando que el legado siga vivo en el siglo XXI.
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